Odio al mundo.

-Dime por qué odias tanto esta vida y coincidiré contigo en que tienes toda la razón.
-La odio, porque es tierra de falsos e hipócritas. Donde la vanidad está a la orden del día y lo único que importa es estar perfecto y presentable para los demás, pulimos nuestro aspecto pero nuestra alma la dejamos con telarañas y mugrienta. Que el mas débl es el que debe de morir, es una ley que impera desde el comienzo de nuestra historia, y jamás le damos oportunidad de defenderse. El dinero es el que mueve el mundo y sin él no seríamos felices, es algo que nos inculcan desde pequeños sin darse cuenta, y desde la adolescencia nos dicen que quien tenga un cuerpo delgado y perfecto con una cara bonita será la que más oportunidades tenga en esta vida... es lo que más detesto. Pues desde hace mucho tiempo todo gira en torno al exterior de una persona. Y odio a la sociedad, que ve como pasan las cosas pero no mueve un dedo por cambiarlo, y cuando lo mueve, lo mueve en la misma dirección que el resto. ¿Por que no buscas tu camino en esta vida, en lugar de seguir al resto?

7 de julio.

A todos nos enseñaron de pequeños aquella canción de: 1 de enero, 2 de febrero... (8) sí sí, bonita canción... ¿cómo acababa?: "...6 de junio, 7 de julio, san fermín." Y luego, aplaudíamos diciendo: "Biennnn" y con una sonrisita en la cara. Bien, esa era nuestra época irracional, la época de críos, childhood o como le quieras llamar. Pero ahora estamos en la época racional; la etapa en nuestra vida en la que aprendemos a pensar y a comportarnos, en la que maduramos, y en la que sabemos elegir lo que está bien de lo que está mal.
Dirás: ¿para qué este peñazo de introducción? pues para eso mismo, para que te des cuenta de que no eres un niño, y que ya sabes diferenciar lo bueno de lo malo.
Hasta ahí la teoría, ahora apliquémosla a la práctica. El día 7 de Julio, es un día que para muchos tiene un significado muy importante. Muchos (pero poco relevantes) son algunos de los acontecimeintos ocuridos un 7 de Julio: la Basílica Lateranense en Juanacatlán (Jalisco) fué construida un 7 de Julio, también las Islas Salomón se independizaron del Reino Unido, también los atentados del famoso 7-J en los trenes de Londres, también es el nacimiento del mítico Ringo Starr y también el fallecimiento de William Turner (botánico y ornitólogo inglés). Pero lo realmente importante que acontece un 7 de Julio, y que a todos nos debería preocupar, y la causa por la cual escribo este texto es por la celebración de las fiestas patronales en Pamplona de los san fermines.
[AHORA LECTURA OBLIGATORIA]
Los san fermines es una celebración que se realiza en el puto país al que llaman España, concretamente en la ciudad de Pamplona (Navarra). La parte de la fiesta más famosa es la de los encierros y, desgraciadamente, la parte más triste. Los encierros consisten en una carrera de 800 metros hasta la plaza de toros, en la que participan multitud de inconscientes y un número determinado de toros, unos 8 o por ahí (ese dato no lo tengo). Esto se realiza durante una semana más o menos, en la cual se preparan a los toros para las corridas, que previamente son privados de alimento para debilitarlos, se les aplica un ungüento en los ojos para nublar su vista, también se les administran drogas como tranquilizantes y estimulantes para que muestren bravura. Después de las corridas, los toros, obviamente, no se dejan a la vida... jáh, pardillo si te lo pensabas. Encerrados otra vez para ser aprovechados para una matanza o para un toreo en el que se acaba por llegar al límite de los límites del sufrimiento. Ningún argumento es válido para justificar la celebración de los san fermines, fiestas en la cual nos aprovechamos de nuestra superioridad sobre los animales y en la que limitamos la libertad de los toros. Porque ellos tienen sentimientos. Porque ellos tienen derechos. Porque ellos también son libres. Porque ellos no tienen que ser situados en nuestra diversión. Porque ellos NO LO HARÍAN. Porque no es justo...
Conciénciate, por favor, de que los sanfermines no son una fiesta, son un crimen. Se apoderan de la poca libertad que ya tiene un toro. No seas un inconsciente como ellos. Estás a tiempo de cambiar. Todos podemos conseguir cambiar la mierda de cultura que tiene este sitio. Sitio que para mí no tiene nombre.Para mí españa no existe. No quiero pertenecer a un país de asesinos.
Y ahora los de cuatro, después de volver a toda la puta gente facha de mierda, volverán a todo el mundo taurinos de mierda... Que se toman los san fermines como uno más, como la mayoría de la gente, como la masa popular ignorante... como lo que soys vosotros. La gran parte de la gente. Así va el mundo... una pena, lo sé.

Veo luces.


Siento la necesidad del recuerdo. De inspirar detalles a cada momento. De ver como pasa el tiempo sin que discurra. De contemplar estrellas, y deducir que en alguna de ellas no existe dolor alguno.La necesidad de sentir calor, se vuelve algo imprescindible. Mis sentimientos flotan sobre un mar formado por lágrimas, y el viento golpea mi cara en busca de un impulso hacia la felicidad.¿Mi recorrido? Es obvio que no es seguro, pero aquel bache me marcó. No me ando por las ramas, sé lo que quiero, pero también sé lo que no me conviene. Mi más sentido pésame, a las ilusiones y las esperanzas perdidas que dieron fruto de un simple impulso o una mera curiosidad.Todos desean que acabe. Pones punto y a parte, y pasas página; Pero siempre hay algo, que te hace retroceder.. Que te hace mirar hacia atrás y echar de menos ciertas sensaciones.Pero me niego; Me niego a añorar mentiras sin salida.. Esta vez, ni el viento puede pasar páginas.

Matemos personalidades.

Una persona puede tener un punto de vista, el cual no siempre tiene que coincidir con el de otros. Existe el propio criterio, los principios, la valoración...Pero...¿madurez?
Para mí, y desde un punto subjetivo, la madurez no existe. ¿Qué podríamos considerar como algo inmaduro? Pienso que cada cual es cómo es, y dependiendo de la persona que observe cualquier situación, se pueden deducir miles de cosas. Quizás para ti, la mayor importancia debe ser atribuida al saber comportarse o a tener un mínimo de conocimiento; Tal vez para otra persona, lo prioritario y esencial es su vida amorosa o su trabajo; Y así, podemos poner infinitos de ejemplos más.
¿Qué pasa? Que porque una persona no piense como tú, se comporte de tal manera, no tenga conciencia de lo que la sociedad hace denominar como loable y merecedor de tiempo... Di...¿Acaso éso es ser inmaduro? Si una persona es maleducada, no es inmadura, es que simplemente está malacostumbrado. Si un individuo se ilusiona por algo infantil, no es inmaduro, es que sencillamente lleva consigo sus propios gustos.Si alguien no acepta alguna situación que tú si asumirías, no es inmadura, es que básicamente los demás no son tú.A la imaginación de la propia mente está lo que denominamos madurez, porque que yo sepa, no hay ninguna escala con requisitos para ir avanzando. A cada cual le interesan distintas cosas, y no por nuestros gustos o acciones vamos a ser denominados así o asá, porque el que es estúpido, lo es, sin más.
La gente de ahora, suele luchar por mantener una etiqueta de madurez, y sin exagerar, puedo afirmar que el adjetivo “inmaduro” les resulta muchísimo más ofensivo que cualquier otro. Desean ser interesantes cuando solo se les ve un tema de habla forzado o disposiciones falsas; Puede que pretendan dejarte asombrado o maravillado por sus grandes dotes de razonamiento o ideas principales acerca de lo que el telediario de la televisión dice, pero en realidad, y no lo digo yo, si no la simple vista, la mayoría de las personas no saben nada acerca de lo que hablan, piensan o ejercitan sólo para resultar interesantes o atractivos en el ámbito de la personalidad.
La gente se deja arrastrar sólo para presumir de algo que en realidad carece.

¿Miedo a expresarse?


La mayoría de las personas tienen la extraña tendencia a callar las cosas bonitas que sienten por los demás. A veces porque se dan por sabidas, a veces por vergüenza, a veces porque se supone que exteriorizar los sentimientos es signo dedebilidad y, seguramente, debe haber muchas supuestas causas más. A veces se reprimen las emociones ante cosas bonitas.
¿Por qué? ¿A qué se le teme? Lo triste es que para expresar el desagrado, la ira, el odio, el desencanto y otras sensaciones negativas generalmente no existen las mismas limitaciones.
El ser humano debería revertir estos mecanismos, y así poder liberarse de fútiles ataduras que solo conducen al desencuentro y a la incomunicación. Y poder expresar las cosas bonitasque uno siente por los demás. . . y dejar que esas cosas broten como debe ser. Espontaneamente.
Porque es realmente triste que surja la necesidad de expresar los sentimientos cuando ya es demasiado tarde.Porque esas palabras que no se pudieron decir forman un nudo en la garganta del cual no podremos desembarazarnos jamás. Y surgirán remordimientos, cargos de conciencia y arrepentimientos.
Y todos sabemos lo difícil que es lidiar contra ellos. Pero tengamos en cuenta que evitar todo esto está al alcance de nuestras manos.
Y con varios suspiros en la boca miró aquellos recuerdos que felizmente vivió junto a aquellos que se atrevieron a ver más allá de unos enormes ojos verdes que siempre apuntaban al cielo.

Pintando el cielo.


Una vez le preguntaron a Lewis High, un fotógrafo de guerra, por qué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía, no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos. Que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras, cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso o sensaciones cómo volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria, que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir.

Miedo a las alturas.



Como cada trece de septiembre Samantha abre la caja de sus recuerdos, en las cual descansa una vieja carta arrugada por el paso del tiempo. Samantha despliega la carta , y aunque se la sabe de memoria la vuelve a releer. Paul como cada trece de septiembre se queda sentadito junto a Samantha. Mientras ella lee, él le dibuja nubes en su pequeño hombro derecho. Samantha hace años que superó la muerte de su madre pero cada trece de septiembre vuelve a leer la carta que su madre le dió antes de morir.
"Querida Samantha: No paro de preguntarme si estarás bien ahí, si serás feliz con ellos y si te tratarán como te mereces. Todos los días me acuerdo de ti y de las mil y una cosas que vivimos años atras. ¿Recuerdas cuando imaginabamos que la cama era un castillo y tu eras su princesa?. Como te encantaba ese juego, recuerdo como te reías cuando te ponía tus tacones de plástico y te hacía cosquillas. Aquí las cosas son muy difentes, nadie juega y todos echan de menos a alguien. Siento no haberme despedido pero a mí tampoco me avisaron de este viaje inesperado. Solo quiero que me recuerdes como cuando jugábamos a las princesas y que olvides todos mis días en el hospital. Recuerda que aunque ahora no estemos juntas te quiero y siempre lo haré. Si algún día no te encuantras bien contempla las nubes. Alguien las fabrica para todo el mundo, las mias, por ejemplo, las fabricaba tu padre. No tengas miedo a las alturas y llega muy alto. Te estaré esperando.
Te quiere mamá "

Me gusta.


Me gusta hablar, tener conversaciones amenas y escuchar historias. Me gusta quedarme hasta las tantas en el msn, tener una sóla conversación y que ambas personas contestemos al segundo de recibir la respuesta. Me gusta reir, hablar sola e imaginar acontecimientos con personas reales. Me gusta idealizar lo que quiero que pase, me gusta soñar y sorprenderme de lo que ocurre en mi pensamiento al despertar y cerciorarme de ese sueño. Me gusta escuchar pasos y oír el follaje de los árboles cuando hace viento. Me gusta mirar el cielo cuando hay blancas y pequeñas nubes que lo adornan. Me gusta ponerme las gafas de sol y observar a la gente sin que me vea. Me gusta sentarme en el último asiento del autobus y sentir cómo gira. Me gustan los abrazos, las caricias, los roces.. Me gusta leer libros y encontrar faltas de ortografías en ellos. Me gusta comer cuando me apetece, sentir que mi vida no se rige por horarios. Me gusta mirar por la ventana y ver mi reflejo a la vez que veo el exterior. Me gusta silvar cuando escucho una canción, sentir el ritmo y hacer gestos con las manos. Me gusta la sonrisa de los demás, las miradas de complicidad, el brillo en los ojos. Me gusta coleccionar las cosas que son más insignificantes para cualquiera, me gusta tener lo que los demás no quieren. Me gusta pasear y encontrarme una moneda. Me gusta hacer gestos con la cara y, por supuesto, me gusta ver la cara de los demás al verme. Me gusta ver películas de terror y sentir como se van acelerando los latidos de micorazon a la vez que avanza la pelicula. Me gusta comer cualquier guarrería cuando veo la tele, me gusta escuchar música cuando estudio. Me gusta dormir bocabajo, con dos almohadas.. Me gusta abrazar a una de ellas mientras pienso en la rallada del día. Me gusta decir expresiones que nadie dice, extrañas y propias. Me gusta tumbarme en el césped y sentir esa frescura. Me gustan los colores, la vida, la naturaleza. Me gustan los gatos, sus ronroneos, sus caricias. Me gusta andar sin saber a dónde, me gusta descubrir sitios, me gusta ver mundo. Me gusta mover el yogurt antes de abrirlo. Me gusta sacar la lengua mientras escribo. Me gusta saber que no lo sé todo. Me gusta levantarme por las mañanas y ver un mensaje nuevo en el móvil. Me gusta beber nestea, café y zumo de melocotón. Me gusta retintar con negro, me gusta subrayar y visualizar media página intacta. Me gusta escribir "lalala" por todos sitios. Me gusta decir "ssssh" en la biblioteca. Me gustan los cordones, los cinturones, los colgantes. Me gusta estar despierta cuando los demás duermen. Me gusta tener objetos de personas que me importan, tener cajas con recuerdos, descubrir textos de cuando era pequeña. Me gusta comer chicle de fresa, hacer pompas, el "plof" que hacen cuando explotan y que se te quede pegado en la cara. Me gusta comprar cosas que no necesito, me gusta entrar en tiendas aunque no tenga dinero. Me gusta masticar hielos. Me gusta escribir y mirar la sombra del boli. Me gusta perder para saber la técnica de los demás. Me gusta el sonido de las llaves y cuando se me caen al suelo. Me gusta probar cosas nuevas, descubrir nuevas facetas, conseguir otras preferencias. Me gusta observar el cambio de mi evolución. Me gusta predecir lo impredecible, me gusta observar los pequeños detalles, me gusta apreciar lo que me importa. Me gusta saber lo que hago, lo que quiero.. Me gusta saber lo que me gusta.