Existen momentos en los que hay que oprimir fuerzas... A tragar.

No somos nadie; ¿Acaso todo esto no es más que una contradicción?; Repito, ¿qué somos? ¿Acaso no somos alguien?
El mundo nos rodea con sus sarcasmos, ironías e incoherencias. Está idealizado así, y por mucha lógica que le busques, no te servirá para nada si los demás no saben escuchar. Nos perdemos entre tanta pregunta, y respondemos sin entenderla bien; Sus consecuencias no son sólo perderse aún más, sino desconfianza y escepticismo.
¿No lo sabéis? A raíz de una simple creencia puede aparecer un inamovible negocio. Si hay algo en este mundo completamente veraz, es que los humanos somos al 99% manipulados y al 1% manipuladores; Desgraciadamente, sólo los que utilizan la lógica y un poco de sentido común, desechan las 99 posibilidades y viven de una única probabilidad. Y pensemos, pues, ¿qué adjetivos se le atribuyen a tales personas cuando nos cercioramos de lo que está haciendo? .. ¿Falsos? ¿Imbéciles? ¿Hipócritas?; Os engañáis a vosotros mismos una vez más. Saben perfectamente lo que hacen, no guardan apariencias; Piensan con cautela lo que van a hacer, está claro que si estás siendo manipulado, es porque no ha sido para nada imbécil y ha sabido controlarte como le ha apetecido desde el principio. Cometen sólo un único fallo, y es desvelar su inteligencia sobre quién sea; Ellos serán imbéciles por ello, pero nosotros, que hemos caido en todas y cada una de sus mentiras, lo somos 99 veces más.

O aprendes a jugar con astucia atribuyéndote el propio papel del rey aún sabiendo la existencia del jaque mate, o actúas como un simple peón para protegerle como le apetezca; Porque no gana el que sabe jugar, sino el que sabe darse cuenta de las debilidades.



Uno, dos y a correr.

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